"Centinela del monte"
Al caminar entre árboles ya
sea en el bosque o en algún parque, podremos sentir la energía que emanan. Los
àrboles son seres, ellos poseen alma, energìa y cada uno en su familia, una sabiduría
que lo distingue.
Los celtas dicen que cada
árbol es un espíritu sabio, que sus rostros pueden verse en los rasgos de sus
troncos y su voz puede escucharse en el arrullo de las hojas danzando con el
viento. Por esto sus templos y altares eran los bosques.
El espíritu de los árboles nos ayuda a establecer contacto con el poder de la
naturaleza, con sus raíces viajando a lo profundo de la Madre Tierra, y sus
ramas como brazos elevadas hacia el Cielo, nos recuerdan que somos unión de
cuerpo y luz.
Ellos nos brindan herramientas
para sanarnos, relajarnos, fortalecernos, retomar la energía vital y darnos los mensajes de la Abuela Naturaleza.
En su amor natural,
podremos sentir en su abrazo que nos devuelve vitalidad y fuerzas.
Como todo ser vivo los àrboles son energìa, y cuando desde nuestro ser entramos
en sintonía con su alma, podremos fluir en su savia, afirmarnos en el suelo y
elevarnos, en bienestar, serenidad y vigor, todas estas bondades podràn ser
percibidas a través de nuestra sensibilidad captando sus vibraciones.
Entramos en su aura, cuando penetramos en el espacio donde ellos habitan y viven, simplemente caminando entre ellos, ya estaremos respirando su energìa y tambièn podremos tomar contacto profundo con su ser.
1.- Camina entre los árboles y elige alguno con el corazòn, que no sea con la mente.
2.- Acércate y obsérvalo no lo pienses, siente su energìa, sólo siente su vibraciòn.
3.- Cierra los ojos y con la palma de tu mano izquierda reconoce su fuerza y su espìritu que interactùa con el entorno. Observa con el ojo del alma, si este es un árbol solitario o un pastor de árboles que guìa sobre el grupo de àrboles que estan a su alrededor.
4.-Siente si su energía
es curativa, protectora, amorosa, sabia o si se impone en todo ese territorio o si tiene un mensaje especial.
5.-Acepta lo que te
brinda y pregúntate si deseas re-cargarte con esa fuerzas.
6.- Entra en contacto con el árbol desde tu corazón. Suelta tu ruido interno y fluye en su amor, escucha al árbol, siente su espíritu.
6.- Entra en contacto con el árbol desde tu corazón. Suelta tu ruido interno y fluye en su amor, escucha al árbol, siente su espíritu.
7.- Apoya tu frente, el
centro del corazón y tu plexo solar en su tronco, que tu piel lo sienta y transmìtele tu nombre entrando en ese espacio donde el lenguaje es energético y en silencio.
9.-Agradece y despídete con amor como si lo hicieras con un viejo y querido amigo, poniendo ambas manos sobre su tronco, abràzalo.
Gracias Hermano y Maestro àrbol, gracias eres tambièn un Ser de las Estrellas.
Gracias Madre Tierra, Abuela Naturaleza por todo lo que nos brindas cada dìa con infinita generosidad y amor.
1 comentario:
simplemente hermoso, los arboles son seres verdaderamente divinos
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