En la Rueda Chamànica, el equinoccio es la època crìtica de los cambios. En la estaciòn del Otoño, donde el calor disminuye, y la luz se va alejando, la naturaleza se prepara para el sueño del invierno, es un tiempo de balance, donde el poder interior impulsa a proyectarse, impulso que afecta, cambia y transforma, y esto empieza a verse en nuevas formas. Las energìas se preservan, se administran, la casa cierra sus puertas y ventanas màs temprano, los vientos del otoño limpian y barren el suelo, transportan las semillas y enfrìan el aire. Es el momento de la reserva y de la conserva. Recolectamos los frutos del verano, conservàndolos como alimento para el invierno, guardamos sus semillas, y descansamos equilibrando fuerzas. En otoño es la ùltima etapa de la cosecha, por lo que se agradece se celebra su llegada, y se pide por la cosecha que vendrà. Estamos màs fuertes intelectualmente, y el alma se prepara para la gran transformaciòn que vendrà. Todo lo conquistado se transforma en fuerza potencial, que alimenta el vientre del renacimiento personal, asì tambièn la tierra toma todo lo que le damos y lo transforma en nutrientes y alimento para su ser. El equinoccio nos muestra que todo termina para poder renacer.
El Cielo nos habla del Equinoccio
(fuente)
"EcoSur, Centro de Estudios Ambientales" - Patagonia - Argentina-ecodigital@cpenet.com.ar Néstor Camino “El rastro del Choike” Esquel (Chubut)Ilustración: Bibiana González
Podríamos preguntarnos ¿qué es lo llamativo en esto como para haber acuñado una palabra especialmente para señalar este fenómeno?
Sucede que ello no ocurre todos los días, sino solamente dos veces al año. Además, sucede que sólo en estos dos días, los equinoccios, el Sol sale exactamente por el Este y se pone exactamente por el Oeste, cosa que no ocurre en ningún otro día del año.
Estos dos hechos no pasaron desapercibidos para los antiguos estudiosos del cielo y fue por ello que les prestaron particular atención.
Sucede que la Tierra gira sobre sí misma inclinada respecto de como gira en torno al Sol. Esto produce que en una zona de la órbita el hemisferio norte esté más iluminado por el Sol que el hemisferio sur, y que seis meses después sea el hemisferio sur el que esté más iluminado.En las posiciones intermedias en la órbita, ambos hemisferios están iluminados por igual, “de costado”, lo que hace que no haya diferencias en la iluminación durante los días en que se da esta situación.Sin embargo, sí hay alguna diferencia en las temperaturas debido a que el hemisferio que estuvo en invierno está en promedio más frío y se va calentando de a poco: ha comenzado la primavera. El hemisferio que estuvo en verano está en promedio más caliente y se va enfriando de a poco: ha comenzado el otoño.
A estas dos posiciones las llamamos “equinoccios”, y decimos habitualmente que en marzo ocurrirá, para quienes vivimos en el sur, el “equinoccio de otoño”.¿Qué sucede con la duración del día y de la noche, y con la salida y puesta del Sol? Es posible entenderlo de esta manera: como la Tierra tarda 24 hs. en dar una vuelta sobre sí misma (y eso hace que parezca que es el Sol el que se mueve alrededor nuestro), ¿de qué manera es posible que el Sol esté exactamente la mitad del tiempo por encima del horizonte y la otra mitad por debajo del horizonte? La única posibilidad es que salga exactamente por el Este y que se oculte exactamente por el Oeste, partiendo al horizonte en dos mitades iguales.
Sucede que ello no ocurre todos los días, sino solamente dos veces al año. Además, sucede que sólo en estos dos días, los equinoccios, el Sol sale exactamente por el Este y se pone exactamente por el Oeste, cosa que no ocurre en ningún otro día del año.
Estos dos hechos no pasaron desapercibidos para los antiguos estudiosos del cielo y fue por ello que les prestaron particular atención.
Sucede que la Tierra gira sobre sí misma inclinada respecto de como gira en torno al Sol. Esto produce que en una zona de la órbita el hemisferio norte esté más iluminado por el Sol que el hemisferio sur, y que seis meses después sea el hemisferio sur el que esté más iluminado.En las posiciones intermedias en la órbita, ambos hemisferios están iluminados por igual, “de costado”, lo que hace que no haya diferencias en la iluminación durante los días en que se da esta situación.Sin embargo, sí hay alguna diferencia en las temperaturas debido a que el hemisferio que estuvo en invierno está en promedio más frío y se va calentando de a poco: ha comenzado la primavera. El hemisferio que estuvo en verano está en promedio más caliente y se va enfriando de a poco: ha comenzado el otoño.
A estas dos posiciones las llamamos “equinoccios”, y decimos habitualmente que en marzo ocurrirá, para quienes vivimos en el sur, el “equinoccio de otoño”.¿Qué sucede con la duración del día y de la noche, y con la salida y puesta del Sol? Es posible entenderlo de esta manera: como la Tierra tarda 24 hs. en dar una vuelta sobre sí misma (y eso hace que parezca que es el Sol el que se mueve alrededor nuestro), ¿de qué manera es posible que el Sol esté exactamente la mitad del tiempo por encima del horizonte y la otra mitad por debajo del horizonte? La única posibilidad es que salga exactamente por el Este y que se oculte exactamente por el Oeste, partiendo al horizonte en dos mitades iguales.
Celebramos el Ritual.
* Sobre un manto de color amarillo, marron o rojo oscuro, o blanco.
* Mesa ritual orientada al Este.
* Velas dispuestas de izquierda a derecha de color marron, naranja o rojo oscuro y amarillas.
* Frutos secos.
* Semillas y cereales. Estos se repartiràn y una parte se darà a comer a la Tierra y a los animales para compartir.
* Flores de estaciòn.
* Piedras o gemas, amarillas, marrones, rojizas.* Aromas e inciensos de sàndalo, mirra y benjuì.
* Se pueden ofrendar alimentos con maìz, panes. Estos se compartiràn luego.
* Un pequeño recipiente con tè y otro con cafè.
* Recordemos que los 4 elementos estaràn siempre representados.
* Una canasta para los pedidos.
Todo Ritual estarà armonizado con nuestras energìas,
para lo cual nos ocuparemos de Celebrar en armonìa interior,
serenidad mental y calma emocional.
Celebrar los Ritmos de la Naturaleza es ser uno con ella.
Agradecer es el primer gesto que haremos frente al altar de celebraciòn,agradecer lo que nos ha brindado y hoy disfrutamos.
Abrirnos y pedir su asistencia en el nuevo ciclo que comienza.
Que el Espìritu del Otoño, te bendiga en su equilibrio y fuerza interior.
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