Nuestros ancestros, de
todas las razas y etnias originales, nos
dejaron un legado espiritual de costumbres y rituales, para que la
descendencia humana continúe siendo
mediadora entre el Cielo y la
Tierra a través de toda la creación viviente, animal, vegetal
y mineral. Para seguir despertando y evolucionando en armonía con el Universo.
El re-encuentro con el alma de la Naturaleza , del agua,
el viento, el fuego, la montaña y el océano, es el encuentro con el Alma Humana que vive en
ellos, y ellos en cada uno de nosotros.
Somos Espíritu en un cuerpo material de
carne y huesos, transitando el camino de regreso a Casa, sólo conociendo la esencia de la naturaleza, la senda nos será revelada.
Nuestros ancestros lo sabían muy bien, por
eso aquella sabiduría permanece viva hoy
en nuestra sangre. Despertar en la Consciencia Chamànica
es ir hacia la Liberación.
Quienes practicaban esas formas
tradicionales (técnicas) llamados para algunas culturas el Chaman/la Chamana eran los mediadores
entre el mundo espiritual y el mundo material, hombres y mujeres dotados de
cualidades espirituales especiales, que los hacían superiores en la tribu y en
la comunidad, y se les confería una autoridad que los ubicaba en el rol del
sanador, el mago, el sacerdote y el consejero, guía espiritual de su familia,
de su tribu y comunidad.
Ese ser que en la antigüedad era de linaje
chaman, tenía a su cuidado la salud espiritual de sus hermanos, porque en su
sabiduría esencial, la misión era evolucionar y ascender.
Su Poder era despertado a través de un
proceso de iniciación, dotándolo de virtudes sanadoras, mágicas y mìsticas. Por
su propia Sabiduría y con sus propios
métodos, formas y remedios, lo diferencian de cualquier otro mago, curador o
consejero; el Chaman puede llegar a poseer todas estas cualidades,
integrándolas en sus rituales, manifestando
su Sabiduría Propia y Natural.
El Chaman/Chamana NO es el hechicero o
bruja de la tribu, como se cree erróneamente. Estos últimos ponen sus poderes
al servicio de ambiciones materiales y deseos de poder y
dominio, viven en la dualidad; el Chaman vive en la unidad, en armonía con las
Leyes Universales, se consagra al servicios de ellas y de sus espíritus
sagrados y nada haría para alterar el
destino de la naturaleza en el Universo.
Bienvenid@s a la Senda.
Conciencia, Corazòn y Acciòn, tendrán que unirse
para ser canal pleno en el Poder del Espíritu.
Transitar
por ella requiere estar atent@s,
observar día y noche ejercitar y
practicar lo aprendido, respetando la vida, el orden, creando Consciencia y
Recordando...
El estado de plenitud espiritual, la consagración,
la iniciación para ser luz en cada lugar donde estès, al servicio de la vida y
las leyes còsmicas, esto no se consigue por el pago material, por programas,
sistemas o métodos, sino por lealtad, conciencia y respeto al Sendero.
* Lealtad a la
Gran Tradición Espiritual de los Ancestros.
* Conciencia de sus principios.
* Respeto por la Vida , en todas sus formas, y en todas las formas.
El desarrollo de los poderes
psíquicos por técnicas convencionales o no de Chamanismo, sin la guía de los
Principios Espirituales, sólo pondrá en riesgo el Alma, haciéndola entrar en
puertas falsas, que la pueden llevar a perecer.
La Chamana/el Chaman, será tal
cuando haya desarrollado todos los sentidos físicos, y luego abandonarlos,
activos los canales de la intuiciòn, que le permitan detectar lo Real de lo
falso, vaciar su mente, y llenarse de su propia Luz, que es conciencia.
Todo lo demás que se pueda
alcanzar, son sólo herramientas para llegar a esa Verdad.
Adriana Silva, Luna Blanca, Yasei